Cuando senti mis nalgas tocar su pelvis, sabia que estaba totalmente penetrado, me encanto sentirme asi, Miguel me poseia, cada vez mas rapido, cada vez con mas fuerza hasta que lo senti venirse dentro de mi, que sensacion tan divina que te llenen de leche por dentro, aun despues de acabar, siguio moviendose, no me lo queria sacar y seguia bombeandome, asi siguio un rato mas, y otro rato, debe haber acabado unas tres veces antes de cansarse, yo estaba totalmente dilatado y en eso sentimos una risa detras de nosotros, era joel, nuestro compañero de cuarto, que se habia despertado, miguel le dijo, " no se te ocurra decir nada ", y joel respondio, si me dejan jugar, no digo nada, miguel se levanto y le hizo señas como invitandolo a penetrarme, joel se incorporo y me clavo completamente, tenia un pene bastante mas grande que el de miguel, por lo tanto no pudo clavarme completamente con facilidad, pero el semen de miguel le hizo el trabajo un poco mas sencillo, comenzo a bombearme, lo tenia un poco mas grueso, podia sentirlo.
Despues de unos minutos, joel me agarro fuertemente por la cintura, acelero el ritmo y luego se detuvo, habia acabado, lo sabia, pero no me quiso llenar el culito, me lo saco, me hizo voltear y me acabo sobre mi pene, me dejo todo sucio de su semen, estaba en el paraiso y totalmente manchado de leche, por delante y por detras.
Los dias siguientes a nuestro encuentro nocturno, ni joel ni miguel me dirigieron la palabra, termino el campamento y cada quien volvio a su vida cotidiana.
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